Los pacientes con VIH en una situación socioeconómica baja presentan peores resultados clínicos. Así lo desvela un estudio elaborado en pacientes con VIH con un acceso similar al sistema de salud, realizado por investigadores del Hospital de la Fe de Valencia. Encontrarse en una situación socioeconómica baja se asoció con una mayor mortalidad global, una menor mortalidad por infecciones no definitorias de sida, una menor supervivencia libre de hospitalizaciones y hospitalizaciones más prolongadas.
El objetivo del estudio pretendía determinar si la situación socioeconómica estaba asociada a la evolución clínica de los pacientes con VIH, con un acceso similar al sistema de salud, con posterioridad a la introducción de la terapia TARGA. Para ello, los investigadores realizaron un estudio de cohorte retrospectivo que incluyó a un total de 1.124 pacientes de los cuales 565 (50,27%) estaban en una situación socioeconómica media/alta y 559 (49,73%), en una posición socioeconómica baja. Los pacientes mantuvieron un seguimiento entre los meses de enero de 1996 y diciembre de 2013.
Los pacientes que estaban en una posición socioeconómica baja tuvieron más probabilidades de haber recibido un diagnóstico tardío (61% frente a 53,45%;p=0,007); de tener un recuento más bajo nádir de células T CD4 (171 células/mm3 frente a 219 células/mm3; p<0,001); de estar coinfectados por hepatitis C (48,84% frente a 26,02%; p<0,001); y de ser usuarios, o ex usuarios, de drogas intravenosas (46,69% frente a 20,18%; p<0,001).
Durante el periodo analizado, se produjeron 142 muertes de las cuales 96 fueron en pacientes en situación socioeconómica baja y 46 en personas con una posición socioeconómica media/alta. A la luz de estos datos, los investigadores sugieren que la persistencia de disparidades entre situaciones socioeconómicas sugiere que los beneficios del tratamiento antirretroviral no han sido alcanzados de manera uniforme.