Las enfermedades infecciosas no descansan. El virus Chikungunya ha llegado a España. El pasado mes de julio, en su edición digital, el diario El Confidencial informó de la existencia de 39 casos. Todos ellos eran pacientes con algo en común: procedían de América Central y mantuvieron contacto con mosquitos. La enfermedad infecciosa aterriza dentro de nuestras fronteras hospedada en personas procedentes del Caribe, por lo que en las próximas semanas, tras las vacaciones de agosto y el regreso de turistas, podrían conocerse más casos.
Al igual que muchas de las enfermedades infecciosas, el Chikungunya es transmitido al ser humano por mosquitos infectados. Puede causar fiebre alta, dolores articulares, musculares y de cabeza, náuseas, cansancio o erupciones cutáneas. De momento no hay cura por lo que el tratamiento se centra en el alivio de los síntomas y estos pueden llegar a padecerse entre doce y sesenta días.
Un factor de riesgo del virus es la cercanía de las viviendas a lugares de cría de los mosquitos transmisores. En España podría transmitirse por la picadura del mosquito tigre (Aedes albopictus) , único portador del virus en tierras peninsulares, que vive a lo largo de todo el litoral mediterráneo.
De hecho, son las provincias costeras de Levante las que cuentan con más probabilidades de contagio, aunque para ello, deberían darse demasiadas desavenencias. A pesar de que el mosquito campa a sus ancha y convive cerca de la ciudadanía durante los meses estivales, en invierno perece al no resistir el frío.